Popeyes necesitaba una campaña para irrumpir de forma notoria en el mercado del pollo frito. Un mercado complicado debido a la entrada de agentes no especializados y a la alta saturación publicitaria (McDonald's, KFC, BK...). Así que fuimos a un Popeyes y después de probar una hamburguesa lo teníamos muy claro. Decidimos enfocarlo desde la superioridad de producto frente a su principales competidores. Porque si tienes el mejor pollo frito de todas las cadenas de pollo frito, hay que decirlo. Así, desde un tono alegre y de buen rollo, surge el concepto:

Pa pollo, Popeyes. 

Un concepto sobre el que pivotó el resto de la campaña y que se materializó principalmente en un jingle.
Pa'rriba